Entre los eventos para los cuales contrato con frecuencia intérpretes, las Asambleas anuales de accionistas ocupan buena parte de mi tiempo. A primera vista, estas asambleas generales pueden parecer reuniones de rutina, llenas de formulismos, con poco espacio para la improvisación o incidentes inesperados, pero en realidad pueden resultar algo complejo y difícil para los intérpretes de conferencias. Dada la creciente exigencia de transparencia y de participación de los accionistas, estas reuniones se han convertido en foros de intercambio entre accionistas y directivos. Últimamente, predominan los temas ambientales, sociales y de gobernanza, y en las reuniones de accionistas estos temas pueden ser objeto de intensos debates que, en ocasiones, pueden alargarse durante horas. 

¿Qué significa esto para mí como interprete asesor? Cuando conformo los equipos de intérpretes que participarán en una reunión anual de accionistas, tengo que cerciorarme de que los intérpretes elegidos no sólo conozcan bien los temas procedimentales estándar de una asamblea general de accionistas, sino que estén igualmente familiarizados con la historia de la empresa, su modelo de negocios, estrategia y, por supuesto, con los acontecimientos del momento… Por lo general, las intervenciones de los accionistas y las respuestas de los administradores corporativos no están disponibles por escrito para los intérpretes, que no pueden prepararlas con antelación. De modo que, aunque los asuntos estatutarios de la reunión anual de accionistas se pueden preparar a cabalidad, las rondas de preguntas y respuestas exigen habilidades de improvisación de parte de los intérpretes – requisito que debo considerar siempre que constituyo mis equipos de intérpretes.