En marzo de 2020, una gran parte del planeta se sumió repentinamente en un confinamiento completo que paralizó la economía internacional. Todas las actividades no esenciales se detuvieron. ¿Pero qué sucedió con el sector de la interpretación de conferencias, que depende por completo de los eventos y desplazamientos internacionales, sometidos igualmente a grandes restricciones?
El impacto de la COVID-19 en el sector
Los intérpretes de conferencias, en principio reacios a la interpretación a distancia habida cuenta de los riesgos técnicos y de despersonalización de su oficio, entendieron rápidamente que, para poder seguir trabajando en un sector tan afectado, se requería seguir a las empresas en su desplazamiento hacia las conferencias virtuales. La interpretación a distancia en aplicaciones de videoconferencia se impuso como la solución improvisada que permitía responder a la demanda de los clientes. Los intérpretes empezaron a trabajar desde casa, utilizando sus ordenadores y teléfonos como herramientas de comunicación.
Los intérpretes asesores, que organizan los equipos de intérpretes en función de las necesidades lingüísticas de sus clientes, han tenido también que adaptarse. Los sistemas de interpretación simultánea de las distintas aplicaciones de videoconferencia se encuentran en fases de desarrollo diferentes, por lo que ha sido necesario ponerlos a prueba y familiarizarse con su funcionamiento. Existen dos tipos de plataformas: las que fueron inicialmente concebidas para las reuniones en línea y se han dotado más tarde de una función para la interpretación simultánea y las que se desarrollaron con base a las necesidades técnicas de la interpretación. Estas últimas ofrecen más funcionalidades a los intérpretes, pero son mucho más onerosas.
Tras una etapa inicial de observación, las empresas que antes contrataban intérpretes han vuelto a recurrir a la interpretación simultánea para mantener el contacto con sus clientes, proveedores y empleados. Por su parte, las organizaciones internacionales, cuyas necesidades son más complejas, se han orientado hacia sistemas multilingües más sofisticados. Dado que se trata de tecnologías novedosas, muchos esperan que los intérpretes puedan aconsejarles.
Los clientes han apreciado los esfuerzos de los intérpretes por adaptarse, al tiempo que reconocen que las condiciones de trabajo son más exigentes y agotadoras.
Parte de los proveedores de equipamiento de interpretación simultánea se han embarcado en la gestión técnica remota de estas nuevas tecnologías.
Constatamos así que todas las partes interesadas de este sector tan fuertemente impactado han buscado soluciones para sobrevivir.
Las soluciones
Los profesionales son conscientes del giro repentino que ha tomado su actividad y del riesgo de que este nuevo modo de interpretación perdure, por lo que enseguida se han organizado para establecer nuevas normas de trabajo. Relevo más frecuente entre colegas, incremento del número de intérpretes, exigencia de material de calidad… éstos son algunos de los consejos incluidos en las Líneas directrices de la AIIC en la materia. Aunque existan desacuerdos sobre el principio de la interpretación a distancia, que algunos consideran la panacea mientras otros señalan sus riesgos, los profesionales reconocen que, en este momento, es indispensable, a condición de practicarla según determinados criterios.
Muchos intérpretes e intérpretes asesores se sienten frustrados por la interpretación de conferencias a distancia.
«Aunque la interpretación a domicilio haya constituido una solución que nos ha permitido salvar los muebles durante el confinamiento, los intérpretes sólo ansían volver a ver a sus delegados y a sus colegas, en el marco de auténticas conferencias, afirma Danielle Grée, miembro de Calliope para España, basada en Barcelona. Para los intérpretes asesores, es fundamental estar in situ para poder obtener un discurso de último minuto antes de la intervención de un ministro, avisar al técnico de que acerque un micro, reorganizar rápidamente a los intérpretes para cubrir si se puede un idioma imprevisto, difundir una nota a los intérpretes con un término técnico confirmado por el cliente, etc. Cosas todas ellas indispensables si se quiere mantener un buen nivel de comunicación y ofrecer una interpretación de calidad a la altura de las expectativas del organizador y de los intérpretes.»
Otros lo ven como una liberación y un progreso esperanzador.
«Ya no tengo que organizar toda la logística de mis viajes al extranjero, no pierdo tiempo en el desplazamiento, puedo dormir cada noche en mi casa, elijo libremente a los colegas mejores y más agradables, refuerzo el vínculo con mis clientes porque les ofrezco soluciones y me lo agradecen, en resumen, le veo muchas ventajas a la interpretación a distancia. Por supuesto, hay que estar equipado con un buen ordenador, un buen casco con micrófono incorporado y una buena conexión a Internet. Pero a condición de disponer del material adecuado, constituye una nueva solución a nuestro servicio» declara Laurence Corréard, miembro de Calliope para Portugal.
La interpretación remota no acabará con las reuniones presenciales. Todos los participantes en videoconferencias coinciden al evocar su afán por volverse a ver en el mundo real. Pero constituye una nueva herramienta que facilita los encuentros y permite desarrollar el mercado. Hazel Cole, miembro de Calliope para Canadá, lo confirma: «Uno de mis clientes del sector automotriz ha empezado a reunirse cada semana con sus concesionarios, en lugar de las dos reuniones anuales que organizaba antes.»
Parece que el futuro será híbrido, con una parte de los participantes, oradores e intérpretes en el lugar de la conferencia, mientras los demás participan a distancia.
El auténtico reto para todos y, en particular, para los intérpretes de conferencias será el poner la tecnología al servicio del ser humano y no al revés. Calliope asume este reto.
Póngase en contacto con Calliope-Interpreters, su red global de intérpretes asesores. Le ayudaremos a planificar su próximo evento híbrido o a distancia.