En un estudio sobre la carga de trabajo realizado en 2003, el 55% de los intérpretes encuestados manifestaron que las condiciones físicas en cabina constituyen el principal factor de estrés.
Las cabinas que no cumplen con las normas ISO (ISO 4043 e ISO 2603) pueden tener como resultado un entorno laboral estresante, desagradable e incluso improductivo:
- Los niveles de CO2 son a menudo inaceptables al cabo de 90 minutos
- El aumento de la temperatura genera incomodidad después de 3 horas
- La renovación del aire es insuficiente en un 87% de las cabinas
- Las entradas de aire fresco son inexistentes en la mayoría de los casos
- La iluminación es poco satisfactoria
- Las dimensiones de las cabinas no siempre son conformes a las normas
- La visibilidad del orador y/o de la pantalla es escasa o nula
AIIC colabora desde hace muchos años con la Organización Internacional de Normalización (ISO), para elaborar y actualizar las normas que fijan las directrices sobre las dimensiones de las cabinas (las cabinas fijas, p.e., deben tener un mínimo de 2,50 m de ancho por 2,30 de altura y 2,40 de profundidad, ya que se trata del puesto de trabajo de dos personas durante 6 ó 7 horas diarias); su accesibilidad y visibilidad (se requiere vista directa de la sala y la pantalla); el tipo de cristales (anti reflectantes); el aislamiento acústico; el cableado (empotrado); la climatización y el alumbrado (independiente de la sala); las dimensiones de la superficie de trabajo (suficiente para tomar notas, consultar documentos, colocar el ordenador); los pupitres de control e incluso los asientos.
A pesar de que la situación va mejorando, la mayoría de cabinas fijas todavía no cumple con estas normas ISO. Esto se debe, en parte, al desconocimiento de dichas normas ISO ya que no existe suficiente concienciación sobre la importancia que puede tener en la calidad de la interpretación el disponer de unas cabinas que cumplan la normativa ISO. Queda por delante una firme labor de promoción entre las facultades de arquitectura para difundirlas, así como entre los arquitectos para que integren sistemáticamente la norma ISO 2603 en sus proyectos. Así evitarán a sus clientes tener que proceder, a posteriori, a una puesta en conformidad tan costosa como necesaria y contribuirán a garantizar unas mejores condiciones de trabajo para los intérpretes.
Los intérpretes son clave para el éxito de las conferencias y los eventos internacionales. Tiene pues sentido facilitarles unas condiciones de trabajo adecuadas y un entorno que les permita realizar su trabajo de manera correcta para que puedan rendir al máximo de su potencial. Adecuar las cabinas a la normativa ISO puede resultar costoso pero, sin lugar a dudas, es mucho más económico que no hacer nada.