Al igual que la Comisión Europea que recientemente ha publicado su Pacto Verde Europeo y prepara un plan para reducir su impacto medioambiental, en la red Calliope intentamos limitar nuestra huella de carbono en el planeta. Hace ya tres años que decidimos analizar cuál era nuestra responsabilidad social y medioambiental, y, fruto de este análisis pormenorizado, elaboramos unas recomendaciones dirigidas tanto a intérpretes como a empresas. La pandemia del coronavirus ha provocado que, prácticamente de la noche a la mañana, se tuviera que hacer el salto a la teleinterpretación y se generara un fuerte aumento del uso de Internet que nos lleva a tener que tomar nuevas medidas para reducir nuestra huella de carbono.
El mundo digital, indispensable para trabajar a distancia, también consume energía y genera contaminación. Actualmente emite 4% de los gases de efecto invernadero del mundo y su consumo energético se incrementa a tenor de un 9% anual. Del consumo de energía eléctrica de las nuevas tecnologías 30% corresponde a los terminales, 30% a los centros de datos y 40% a las redes. ¿Qué podemos hacer, como intérpretes de conferencias y organizadores de equipos de intérpretes para reducir este consumo?
Para reducir nuestra huella, conviene reflexionar sobre el uso que hacemos de nuestras herramientas digitales y controlarlo. Algunos ejemplos:
Aparatos y maquinaria en general: conservarlos más tiempo.
- Alargar, cómo mínimo un año, la vida útil de los ordenadores, tabletas y teléfonos. Producirlos requiere materias primas no renovables, a veces incluso escasas, y contaminantes.
- En caso de avería: reparar antes de sustituir.
- Reciclarlos, darlos o venderlos en el mercado de segunda mano.
Energía: para reducir el consumo de energía, tener siempre el reflejo de apagar.
- No dejar los aparatos conectados de forma permanente
- Desenchufar el cargador cuando la carga esté completa
- Desconectar módems y televisores durante la noche
- Desactivar las funciones que no estemos utilizando (localización, wifi, bluetooth) o bien pasarse a modo “avión”
- Utilizar un enchufe múltiple con interruptor para los aparatos y apagarlo al final de la jornada
- Utilizar la función de ahorro de energía para la función standby se conecte de forma automática
- Desenchufar el módem si nos ausentamos (p,e fines de semana, vacaciones … )
Teléfonos inteligentes: siempre que sea posible optar por el wifi en lugar del 4/5G.
Correos electrónicos: gestionar mejor los envíos para reducir el tráfico de datos.
- Limpiar regularmente el buzón de correo electrónico
- Darse de baja de las newsletters y listas de correo que no interesen
- Privilegiar las webs de depósito temporal o comprimir los datos para los ficheros pesados y
- limitar el número de correos enviados (y las c.c. múltiples).
Internet: utilizar los motores de búsqueda de forma adecuada.
- Privilegiar los motores de búsqueda que respeten el medioambiente (utilizando energías renovables, plantando árboles para compensar su huella, etc.)
- Introducir directamente la dirección de una web en la barra URL
- Suprimir frecuentemente las cookies y el histórico de navegación.
- Crear una lista de favoritos
- Ser preciso a la hora de realizar las búsquedas.
Datos: Evitar las transferencias de datos.
- Almacenar y utilizar los datos de forma local para evitar idas y venidas entre los usuarios y los centros de datos.
- Almacenar en la Nube solo lo estrictamente necesario
- Desactivar las transferencias automáticas hacia la Nube.
Huella de carbono digital: Cada vez más, los actores de Internet y de la telefonía deberán notificar el equivalente en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los usos digitales y de los móviles. Podremos exigírselo y compensar este nuevo tipo de contaminación.
Esta lista no es exhaustiva. Es un punto de partida, un instrumento de reflexión y de sensibilización.
Nos comprometemos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance. Cada gesto cuenta. ¡Seamos responsables!